Hablan los expertos: Los desafíos de la investigación en Chile para las próximas décadas



Los especialistas concuerdan en que si bien hemos avanzado como país en el desarrollo de I+D, aún hay mucho camino por recorrer y nuevas áreas por explorar.  

Especiales El Mercurio. Publicado: Viernes, 29 de Junio de 2012

Un país que no genera ciencia, que no investiga y que no crea valor, difícilmente podrá jugar en las grandes ligas. Y en esta materia los especialistas concuerdan en que si bien en Chile vamos avanzando, aún hay mucho por hacer.

José Rodríguez, rector de la Universidad Técnica Federico Santa María.

José Rodríguez, rector de la Universidad Técnica Federico Santa María.

José Rodríguez, rector de la Universidad Técnica Federico Santa María, asegura que la investigación científica en Chile está en pleno desarrollo. «Hace veinte o treinta años se hacía muy poca investigación en el país, porque el mundo estaba más disgregado y estábamos lejos de los grandes centros de investigación. Hoy el mundo está más interconectado y eso ha hecho que las universidades e instituciones nacionales puedan interactuar en forma más eficiente con sus pares en el extranjero», dice.

No obstante, reconoce que el volumen de investigación en Chile aún es bajo, porque la cantidad de científicos es relativamente reducida en proporción al tamaño de la población.

Mario Pereira, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad Católica del Norte.

Mario Pereira, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad Católica del Norte.

Mario Pereira, vicerrector de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Universidad Católica del Norte, dice que la investigación científica nacional es de calidad, aunque depende mucho de con qué se compare. «Medida en artículos ISI, el balance es positivo si nos comparamos con América Latina, tanto en términos de productividad como de calidad. Si la comparación es con países desarrollados, la situación es distinta», dice.

Es decir, se hace investigación de calidad en el país, pero en baja cantidad, lo que se explica por el reducido número de investigadores y porque se invierte sólo el 0,4% del PIB, esto es tres veces menos que en los países desarrollados que menos invierten.

Ernesto Zumelzu, director de Investigación y Desarrollo de la Universidad Austral de Chile.

Ernesto Zumelzu, director de Investigación y Desarrollo de la Universidad Austral de Chile.

El Dr. Ernesto Zumelzu, director de Investigación y Desarrollo de la Universidad Austral de Chile, cree que lo positivo es que en los últimos cinco años el tema I+D+i ha sido cada vez más reconocido por la sociedad y se ha fortalecido la idea de que el país debe hacer ciencia de primer nivel.

«Hay progresos notables, en temas de interés global, como cambio climático, astronomía, ciencias del mar, salud humana y animal, ingeniería antisísmica, fruticultura, entre otras áreas. Esto es una señal positiva, porque se incrementa la internacionalización de nuestra ciencia, y los conocimientos generados nos dan mayor visibilidad como país. Indudablemente, todos quisiéramos más recursos, pero también hay que trabajar con conceptos de excelencia, reconocimiento de pares y sobre todo incrementar la cultura de investigaciones con propósito», dice.
Los cambios

Para Mario Pereira, de la UCN, lo que se requiere es un mayor involucramiento de las empresas, que de manera independiente o en vinculación con las universidades, incrementen significativamente su participación en actividades de I+D+i. «Aún es difícil la inserción de investigadores jóvenes, en especial en ciertas áreas, como la minería», dice.

El rector de la USM también cree que uno de los retos es atraer a los jóvenes a la investigación, porque todavía existe la impresión de que dedicarse al estudio de un doctorado, particularmente en ingeniería, reduce las opciones laborales al mundo académico y a la docencia.

«Tenemos que hacer que los jóvenes sientan que el haberse dedicado a la investigación les abre un campo laboral importante y que no lo vean como ámbito reducido a la universidad», dice Rodríguez.

El rector de la USM cree que en Chile podemos marcar la diferencia en varias áreas. Por ejemplo, la astronomía, por la existencia de los observatorios y cielos privilegiados, es una ventaja comparativa que debemos aprovechar y marcar la diferencia. Otra área es la minería, en que Chile es una potencia mundial. «Teniendo un ecosistema con fuerte presencia de empresas mineras y necesidades tecnológicas, lo lógico sería que destacáramos en la solución de esos problemas. No hay razón por la cual Chile no se dedique a la investigación de punta en el área minera», dice el rector de la USM.

Las áreas prioritarias

Ernesto Zumelzu, de la UACH, sostiene que a nivel del desarrollo país se están abriendo oportunidades para nuevas líneas de investigación que no son tradicionales en Chile como la obesidad en relación a la calidad de la alimentación; la tercera edad, que se ha incrementado por la mayor esperanza de vida; nuevos métodos de aprendizaje-enseñanza, acorde a esta sociedad del conocimiento; enfermedades de salud pública; aplicaciones y soluciones desde la biomedicina, entre otras.

«Respecto a marcar una diferencia en la investigación a nivel internacional, Chile tiene tres grandes tipificaciones para ser un laboratorio natural de eventos, de los cuales debe sacarse un mayor provecho económico y otorgar una mayor visibilidad. Disciplinas como la astronomía, por la gran infraestructura existente; la ingeniería antisísmica, por las condiciones naturales del país, y la oceanografía, dada nuestra larga costa con una gran diversidad territorial y climática, desde el desierto hasta la Antártica», dice.

El académico de la UCN, en tanto, cree que más que definir nuevas áreas o especialidades, lo que se necesita es formular una política y estrategia de I+D+i de largo plazo. «Y definir, si es el caso, áreas prioritarias o no», dice Pereira.

Fuente: http://www.edicionesespeciales.elmercurio.com/destacadas/detalle/index.asp?idnoticia=201206291035808&idcuerpo=1048#

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